Carlos Vedoya Recio es mi amigo y fue compañero de sección en El Territorio. "Soy un correntino mal llevado... como todos los correntinos", suele ser su definición de sí mismo.
A ambos nos gusta el tenis.
Pero no admiramos a los mismos deportistas.Carlos decidió poner en un podio (inmerecido para mi) a Juan Martín Del Potro un tenista joven y que salió campeón del Abierto de los EEUU en un gran partido contra Roger Federer.
Pero además de eso, hizo poco (del Potro).
Y por la Argentina, nada, directamente.
Cuando a Del Potro, que es de Tandil (que antes tenía una piedra movediza y ese carácter advenedizo transfirió a su deportista estrella), debió luchar por su país para darle la primera copa Davis de la historia... decidió dejar pasar el tren como nunca antes.
Jugábamos de local y él pidió que fuera sobre una superficie que casi ningún tenista argentino -que se precie- desea: la pista dura.
Sin embargo, por él, se jugó sobre ese piso. Así nos fue.
Mientras el resto del equipo se preparaba él andaba de juergas y disputaba un torneo de Master y quemaba su poco combustible que le quedaba en el tanque.
¿Conclusión?
Perdimos. Pero perdió más Del Potro -por sobre todo- porque el punto que nos habría dado la posibilidad de llegar con chances al quinto punto lo perdió él.
Ahora, como siempre le digo a Carlos, es tarde para lágrimas.
Es más, este año, Del Potro avisó hace mucho tiempo que iba a pensar más en él que en el equipo de la Davis. Es gracioso como los colegas periodistas de deportes no se animan a fustigarlo.
Y bien que se lo merece. Es un egoísta que ha de pensar en lo tonta que fue la actitud de Nalbandian.En una palabra... Del Potro puede seguir en la suya.
Como solía decir Alejandro Dolina, si voy a jugar mejor que sea con amigos. Aunque no sean los mejores, es bueno contar con ellos... con los amigos. Siempre será mas tolerable una derrota con ellos, que un eventual triunfo con un tipo que nunca nos apreció...
Publicado por Maperiodista en 16:53
A ambos nos gusta el tenis.
Pero no admiramos a los mismos deportistas.Carlos decidió poner en un podio (inmerecido para mi) a Juan Martín Del Potro un tenista joven y que salió campeón del Abierto de los EEUU en un gran partido contra Roger Federer.
Pero además de eso, hizo poco (del Potro).
Y por la Argentina, nada, directamente.
Cuando a Del Potro, que es de Tandil (que antes tenía una piedra movediza y ese carácter advenedizo transfirió a su deportista estrella), debió luchar por su país para darle la primera copa Davis de la historia... decidió dejar pasar el tren como nunca antes.
Jugábamos de local y él pidió que fuera sobre una superficie que casi ningún tenista argentino -que se precie- desea: la pista dura.
Sin embargo, por él, se jugó sobre ese piso. Así nos fue.
Mientras el resto del equipo se preparaba él andaba de juergas y disputaba un torneo de Master y quemaba su poco combustible que le quedaba en el tanque.
¿Conclusión?
Perdimos. Pero perdió más Del Potro -por sobre todo- porque el punto que nos habría dado la posibilidad de llegar con chances al quinto punto lo perdió él.
Ahora, como siempre le digo a Carlos, es tarde para lágrimas.
Es más, este año, Del Potro avisó hace mucho tiempo que iba a pensar más en él que en el equipo de la Davis. Es gracioso como los colegas periodistas de deportes no se animan a fustigarlo.
Y bien que se lo merece. Es un egoísta que ha de pensar en lo tonta que fue la actitud de Nalbandian.En una palabra... Del Potro puede seguir en la suya.
Como solía decir Alejandro Dolina, si voy a jugar mejor que sea con amigos. Aunque no sean los mejores, es bueno contar con ellos... con los amigos. Siempre será mas tolerable una derrota con ellos, que un eventual triunfo con un tipo que nunca nos apreció...
Publicado por Maperiodista en 16:53
Sería bueno que se entienda el mensaje de Del Potro. Él perdió la única oportunidad verdaderablemente favorable de que Argentina pudiera alzar la famosa Ensaladera. Pero nunca se hizo cargo. Algo que Nalbandian sabe. Por eso, apuesta al corazón y luchar por el país. Al estilo Maradona... ¿no?
ResponderEliminarSldos
Estimado. Según parece, en su relato, soy yo a quien Ud adjudica correntinidad y doble apellido, porque el del tenista en litigio debería formar parte del catálogo de apellidos compuestos, y porque, demás está decirlo, me identifico con el de la foto en primer plano, serio, mal afeitado y sin voluntad de estar ahí, estampado online, sin mi permiso. Más allá del caso, digo: no creo en los binomios o antinomios o cotiledones o caras de la moneda. Basta de maniqueísmos y fronteras entre provincias. Basta de decir que el revés a dos manos es cosa de maricones. En todo caso, los colores son complementarios. Sí creo, en cambio, en su buen gusto por el uso de la palabra. Y digo mas: comparto su visión de Dolina, su visión del Unquillense y su visión de la mezquindad de criterio de la prensa deportiva, tan atenta a los altibajos de Racing y a la pésima performance de Riquelme. Así las cosas, lo seguiré leyendo y de ser necesario, seguiré debatiendo en su generosa tertulia visceral online que espero que siga creciendo y, sobre todo, sume lectores y Aurealianos Buendías, por mucho más que 100 años de compañía. Eso sí: espero no tener que volver a pedirle que quite mi foto de su blog, no sea cosa que la AFIP me identifique en la calle o los alcahuetes del Ministerio del Agro. Salud, Maper!
ResponderEliminarEstimado amigo: Ud es un maestro de la prosa comprometida. No queda más que agregar. Será siempre bienvenido en estos ruedos...
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