

La de la derecha es la imagen de la inolvidable película Testigo en Peligro con Harrison Ford... y la de la izquierda es la de hoy: El niño secuestrado en la colonia menonita de Paraguay por el que pagan el secuestro.
El parecido de las dos criaturas es sorprendente.
La forma de posar, y de mirar parecen calcadas.
Notable, ¡hasta en las orejas apantalladas! hay similitudes.
Para darse un festín entre los ficcionalistas y los realistas... ¿o no?